martes, 15 de marzo de 2011

Pensamientos de ascensor.

"I don't know what you've done to me,
but I know this much is true:
I wanna do bad things with you..."

Bad things, Jace Everett.
La entrada de hoy tiene dos motivos. Uno, alguien me ha dicho que dedique una entrada a los ascensores. Dos, le prometí hace un par de días a N. que iba a dedicar una entrada a su mojigatería. Así que haré una mezcla.
Siempre he pensado en metáforas, me parece más fácil que tratar de explicarlo todo tal cual es. Trenes, carreteras... hoy la vida será un ascensor.
Primero... la espera. El segundo en el que aprietas el botón. Puede que evites mirar a quien tienes al lado, aun sabiendo que te acompañará en el trayecto. Después de una eternidad, se ilumina una pequeña luz y las puertas se abren. ¿Qué ves? Los botones. 1,2,3... campanita de ayuda... ¿y el stop?¿y si quiero quedarme dentro?¿y si no quiero subir más?¿y si salir me provoca la ansiedad que a otros les da el entrar?¿y si quien va a tu lado merece más de cinco segundos de tu atención?
Pulsas el que crees que es tu piso y llega el tenso silencio en el que no sabes hacia dónde mirar. Estás en un entorno extraño, puede que con una musiquita aún más extraña sonando de fondo. Miras a la pared, al suelo, a las desagradables bombillas del techo, al espejo, de nuevo a los botones...
Nos pasamos la vida esperando. Esperamos que haya botón de parada. Esperamos que se acerque quien nos acompaña. Esperamos llegar al piso o incluso no llegar. Esperamos que cuando las puertas se abran estemos donde siempre hemos querido estar.
Pero al igual que en los ascensores normales, la tensión y la espera son irremediables.
"If It's not forever, if It's just tonight"
Sex on fire, Kings of Leon.
Mil ideas pasan por tu cabeza. Te ves a ti mismo haciendo o diciendo cosas que luego no llevas a cabo. En un espacio tan pequeño que bien podría ser nuestro interior, nos debatimos más que en cualquier otro momento.
Eso me recuerda a N., tanto debate interior, tanto deseo reprimido no es bueno para la salud. ¿De qué sirve cortarse?¿De qué sirve escandalizarse? Lo único bueno de los ascensores de la vida es cuando cedes a los impulsos y te dejas llevar por tu lado más animal.
"Pereza es mirar desde la cama
que te vas al trabajo,
la tele encendida
y tus ojos cerrados,
querer dormir el sueño eterno
contigo en un piso alquilado…"

Los siete pecados, Luis Ramiro.

¿Por qué la gente confunde cariño con pasión?¿Deseo con romanticismo? ¿Qué es tan difícil de entender?¿Por qué es tan difícil de explicar? ¿Dime N. qué es lo que no comprenden los hombres cuando una mujer quiere sentirse deseada?
El problema es que en muchas ocasiones, algunas de nosotras hacemos "gaceladas" sin remedio. "¿Por qué has venido esta noche?""Porque me apetecía estar contigo." "Ala... ¿y con los demás no?" Y así nos va que cuando al fin dan un paso hacia delante, nosotras lo damos hacia atrás.
Si nosotras podemos hacer gaceladas... ¿Pueden ellos volverse leones? Está por ver aún.

"Señorita, I feel for you..."
Señorita, Justin Timberlake.
Tengo las hormonas tan sumamente revolucionadas hoy que no puedo dejar de pensar en ascensores y metáforas... y en uno de mis videos favoritos de Justin, Señorita. Ese pelo rapado, esos movimientos...
N. te había prometido una entrada sobre tu mojigatería pero es que no se me ocurre ninguna forma de hablar del tema sin soltar alguna burrada... y en el blog no es mi estilo. Como hoy mi inspiración es tan nula como en clase os tendréis que conformar con mi moraleja de hoy:

Más leones
menos gacelos.


   


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