viernes, 30 de septiembre de 2011

Vuela B., pero no te olvides de cómo volver.

Para mi pequeña B. 
que vaya donde vaya 
siempre desayunará con diamantes.

 Bueno, ha llegado el momento... hemos intentado no pensar en ello, pero de una manera u otra ha llegado la hora. Dentro de unas horas subirás a un avión con destino a Viena, te alejarás kilómetros y kilómetros y te has olvidado de llevarme contigo.
Así que me quedo aquí sin mi hermanita pequeña, si la persona más inocente que conozco, sin las risas diarias, sin las cervecitas que llegan sin planearse, sin las tardes invertidas en conocernos como nadie más podría.

Me quedo en Madrid y sé que por muy lejos que estés, volverás. Puede que una y otra vez nos alejemos, pero hasta cuando no nos vemos seguimos siendo tú y yo y eso nadie puede pretender que se rompa. La gente puede pensar que somos unas exageradas, que solo te vas un año, que el tiempo pasa volando... pero las dos sabemos que nos necesitamos. Somos parte la una de la otra, ya hubo un tiempo en el que solo te veía dos veces al año... y me da pánico volver allí.

Soy feliz cuando hago planes de viajes contigo, cuando quedamos para no hacer nada, cuando recorremos un millón de tiendas sin buscar nada en especial. Voy a echar de menos que te presentes en mi casa simplemente porque sí. Cuando esté deprimida no podré decirte: Te espero en Colonia Jardín. Y cuando tú necesites hablar no podré darte un abrazo y aconsejarte.

No veremos El diario de Noah abrazando cada una a un cojín. No podremos hablar a cualquier hora. No podremos reírnos por pensar igual de mal. No podremos contarnos las novedades justo en el momento en el que sucedan. Me dejas aquí y, aunque sé que no estoy sola... así es como me siento.

Porque nuestros recuerdos nos hacen reír cuando estamos juntas, pero nos hacen llorar en las despedidas. Porque bajé borracha por Gran Vía llorando porque te vas. Porque durante mucho tiempo no vas a bailar haciendo el tonto con mi gata Phoebe. Porque durante un año no tendremos nada que apuntar en un cuaderno... pero prometo que cuando vuelvas el de Holanda estará lleno.

Porque llevo puesto mi pijama morado en el que pone Sweet Dreams de todos los colores... y que nunca recordaremos quién me lo puso aquella noche de cervezas en el eLe. Porque ahora que lo miro lo llevo como siempre mal abrochado y aquella mañana al despertar los botones estaban en su sitio sin saber cómo. Porque me acuerdo de verte despertar a mi lado con una camiseta gris que llevabas por la noche y los pantalones de tu pijama sin saber cómo habíamos llegado a estar así vestidas.
 Porque prometo volver a ponerme Campanera de tono de llamada el tiempo que estés fuera, para que cada vez que me suene el teléfono me acuerde de bailarla bajo el letrero de la estación de trenes de Haarlem. Veré a Ralph diciendo mil veces Pato y a Bart moviendo los brazos al decir: ...qué piquito; y no podré evitar sonreír con los ojos vidriosos al pensar qué andarás haciendo.
 Pero no pasa nada, porque aunque vayamos a echarnos de menos... vivimos en el era de la información y de las redes sociales, solo estaremos a un clic de distancia. Lo que pasa es que somos demasiado sensibles y parece que te vas a la guerra. Llevas el cuaderno que te hice por tu cumpleaños y mis cartas, así que cuando me eches de menos solo tienes que abrirlos.
 Recuerda el granizado azul, la noria, el zeppelin y el tiovivo. Recuerda las conversaciones en el metro y los extraños riendo. Recuerda cuando nos dimos la mano porque las luces del avión se apagaron y estábamos demasiado nerviosas para respirar.

Mi carta para el avión es muy cortita, porque no quería que te echases a llorar en pleno vuelo, pero ya sabes que se me da mejor escribir que hablar y que a la hora de decir lo que siento la única manera de que se me entienda es si me das un boli y un papel. Por eso he querido despedirme así... aunque el rato llorando las dos al teléfono era inevitable. Me hubiera gustado darte hoy un abrazo o ir contigo al aeropuerto... pero me conformaré con ir a buscarte cuando vuelvas con un cartel y con flores porque siempre nos ha hecho ilusión que alguien hiciera eso por nosotras.

Cada vez que miro el reloj se me escapan unas lagrimitas porque es como una cuenta atrás... ni que fueras en una nave para salvar al planeta... (oh no... ahora me he acordado de Armageddon... I don't wanna close my eyes... I don't wanna fall asleep cause I miss you baby... and I don't wanna miss a thing...)

De todas formas, no me queda nada que decir. Así que, otros lo dirán por mí. ¿Empezamos por nuestro gran amor en común?
 
"Nos duele tanto separarnos porquenuestras almas están unidas. Es probableque siempre lo hayan estado y que siempre lo estén. Quizá hayamos vivido mil vidas antes que ésta y nos hayamos encontrado en cada una de ellas. Y hasta es posible que en cada ocasión nos hayamos separado por los mismos motivos. Eso significa que este adiós es a un tiempo un adiós de diez mil años y un preludio de lo que vendrá."
Noah.
 Hace tiempo un libro nos deprimió y al final nos dio un empujón. Hoy piensa que nuestra idea de repetirnos a diario ciertas frases... puede que empezara aquí:

"Repetir a menudo estas tres frases:
1-) LA FELICIDAD NO EXISTE
2-) EL AMOR ES IMPOSIBLE
3-) NADA ES GRAVE..."
El amor dura tres años.

Y, ¿qué me dices de aquel día que íbamos por Salamanca en coche y me puse eufórica al pasar junto a una galería con una exposición de Gustav Klimt? Tú no le conocías, pero por mi cumpleaños me regalaste un libro titulado El beso. Y, ¿sabes qué? que aquel libro contaba la historia de mi pintor favorito... en la Viena de 1886. Y ahora allí es donde tú te vas, a vivir El beso en el 2011

Te dice adiós también un madrileño como nosotras que a veces nos hace llorar.

"Que la distancia es una trampa, 
que no tiene importancia.
Una ecuación de tiempo y velocidad, 
que no tiene importancia.
Un enemigo casado con el olvido, 
que no tiene importancia." 
La distancia, Luis Ramiro.
 Me despido pidiéndote una última cosa, quiero que cuando estés sola y me eches de menos cierres los ojos y pienses en paredes blancas, un sofá de color negro, fotos en blanco y negro enmarcadas, un reloj marcando las 00:00, una canción diciendo Shake it shake it! y tú y yo bailando por nuestro piso con un tequila sunrise en la mano.

Buen viaje pequeña, te dejo leyendo y escuchando dentro de ti: Shine on.


Shine on, Jet.

Please don't cry
You know I'm leaving here tonight
Before I go I want you to know that there will always be a light...

And if the moon had to runaway
And all the stars didn't wanna play
Don't waste the sun on a rainy day
The wind will soon blow it all away
 

So many times I'd tried
To be much more than who I am
And if I let you down I will follow you 'round until you understand...

That if the moon had to runaway
And all the stars didn't wanna play
Don't waste the sun on a rainy day
The wind will soon blow it all away
 

When the days all seem the same
Don't feet the cold or wind or rain
Everything will be okay
We will meet again one day
I will shine on, for everyone

So please don't cry
Although I leave you here this night
Where ever I may go how far I don't know
But I will always be your light
 

That if the moon had to runaway
And all the stars didn't wanna play
Don't waste the sun on a rainy day
The wind will soon blow it all away
   

When the days all seem the same
Don't feet the cold or wind or rain
Everything will be okay

  We will meet again one day
I will shine on, for everyone
When the days all seem the same
Don't feet the cold or wind or rain
 

Everything will be okay
We will meet again one day
I will shine on, for everyone...

 

"No hagas nada que yo no haría"

B. 

Fatiguita y Pedete esperan ansiosos que volvamos a cierto pueblo a matarnos al futbolín y quedarnos viendo Buffy Cazavampiros cerveza en mano hasta altas horas de la mañana. No podemos decepcionarles. Fatiguita, Phoebe y yo te deseamos buen viaje... vuelves cinco días después de mi 21 cumpleaños... si te secuestro no puedes volver a irte... tengo que pensar sobre ello. Y, para terminar, Miss Smiley tienes que prometerme que aunque tengas frío y eches de menos tu casa (y tu segunda casa) te mirarás en el espejo y sonreirás pensando las dos frases clave para nuestra salud. Puedes hacerlo.

Te quiero, B.

jueves, 8 de septiembre de 2011

If you want you can make me your home.

Hoy he descubierto viajando por youtube, como todos los días, una voz que me ha hecho emocionarme. No sabía qué canción escoger para el blog así que he elegido las dos más "positivas". Me ha enamorado con Once upon a street, me ha puesto la piel de gallina con Harder than easy y, cómo no, Black rain y Dreamers me han hecho soñar. Así que hoy solo estrofas de Jack Savoretti.

"So he said, "Where d'you think your going with that look upon you face Nowhere for you"
She said, "I'm going nowhere would you like to come too"
She said, "I'm going nowhere"
He said, "I would love to come with you"
Once upon a street, Jack Savoretti.
"Hold me close, don't let me go...
I will always love you the most.
Sing me a love song,
your my man,
Will you always love me the best you can?"
Harder than easy, Jack Savoretti.
 "Maybe one day you will know
How hard it is for me to show my heart
And all the love
Running through my soul
Maybe one day you will know"
One day, Jack Savoretti.
"Maybe I should learn to lose my inhibitions
and let my feelings make some noise
You don`t know what I`m going through
When silence is all I give to you...
(...) I love the way you hear the words unspoken
It`s like you read between the minds..."
Between the minds, Jack Savoretti.
 "She's always sitting on the side 
Waiting for the time of her life.
Hoping to find the reason..."
Him and Her, Jack Savoretti. 
"In the silence of your mind,
You should ask yourself
What it is that makes you who are
In the valley of your soul
You should take a walk, 
But you never go that far
(...) In the window of your past,
There's a broken pane
Reflecting all the things that make you sad
In the shadow of your fear
There's no hiding place
So why do you run there?
(...) In the church of all my dreams
I'll say a prayer
That one day you'll believe..."
Lovely fool, Jack Savoretti.
 "Take him to the bedroom
At the age of seventeen
For the price of her beauty
That most men will never see..."
Lucy, Jack Savoretti. 
 "Nothing's ever been this way before
a dream is just a dream 
and nothing more..."
Dreamers, Jack Savoretti. 

Música para sentir...

 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Lo sé.

El autobús ha tardado menos de lo acostumbrado. He bajado andando y al llegar al parque estaba increíblemente oscuro. Varias farolas apagadas, los columpios con un aire triste y solitario.
 He bajado sin dudar, el bolso en la arena y yo sentada balanceándome sin despegar los pies del suelo. Nunca un columpio solo, siempre acompañados. He mirado a mi izquierda y junto a mí nadie se columpiaba. Estaba sola a oscuras en un parque cualquiera, esperando no sé el qué.
 Por un momento he cerrado los ojos. Me ha llegado el rumor de algún coche a lo lejos, los ladridos distorsionados por la distancia de un perro incansable... y el susurrar de las hojas de los árboles. He abierto los ojos con la esperanza vacía de cordura de encontrarme con una mirada, de notar unas manos en mi cintura y un susurro entre mi pelo diciendo: "¿Te empujo?"
 En mi ensoñación yo sonreía y asentía diciendo: "Alto, muy alto." Y la voz me respondía: "Hasta las estrellas", me besaba la mejilla y yo despegaba.
 Pero eran las diez y media de la noche y no era más que una veinteañera fantaseando con ser una niña enamorada que ve las estrellas en una noche sin farolas, que ve la luna y cree que parece una gran sonrisa blanca en un cielo azul oscuro. Una mujer que aun no quiere ser adulta, que no quiere preocuparse de nada más que de llegar cada vez más alto para bajar a unas manos que te sujetan y te empujan.
 Allí sentada, columpiándome en silencio, he recordado mil escenas. Algunas en ese mismo parque. El tiempo pasa muy deprisa y muy despacio, no nos damos cuenta de lo lejos que quedan los grandes momentos y lo cerca que nos acechan las espinas que no llegamos a quitarnos.


 Cicatrizamos de cara al exterior y sentimos punzadas internas de vez en cuando. Nadie lo ve, no se nota, perdemos el brillo de los ojos una milésima de segundo.

 Tenemos la mala y humana costumbre de congelar palabras en la garganta sin llegar a decirlas cuándo y a quién debemos. Unos componen canciones, otros se alejan de todo lo que les haga sentir un nudo en el estómago, otros olvidan y algunos escribimos.
 Es posible que escriba cosas sin sentido, que ni yo las entiendo a veces, pero aun sin entenderlo lo siento. Siento cada palabra, cada letra y cada espacio, cada punto y cada coma, porque son yo, yo soy todo esto... un sinsentido enrevesado y a veces estúpido.
 Hacia arriba, estrellas.
Hacia abajo, arena.
Estrellas.
Arena.
Estrellas.
Arena.
Arriba, todo. Un cielo de posibilidades, cada estrella es una esperanza, cada noche una sonrisa brilla sin que nadie se lo pida.
 Abajo, la realidad. Si caes te arañas las rodillas, el polvo te hace toser y nadie está ahí para hacer de tu caída un chiste tonto y memorable del que reírte.


Por ahora, no me voy a bajar de mi columpio. Seguiré cogiendo impulso en la realidad para intentar llegar a las estrellas.
 Y sí, estaré sentada mirando un columpio vacío y escuchando canciones tristes que me pongan los sentimientos a flor de piel, porque a veces se trata de sentarse y escuchar los latidos de tu propio corazón al compás.

Lo sé, Funambulista.

Solté las cosas que más me pesaban,
brindé por verlas desaparecer,
dejé la gravedad mientras flotaba,
ya pensaremos lo que hacer
por si al final todo se acaba.

Lo sé, será sólo un momento y después

tendremos que inventarnos qué hacer con tanta duda.

Tal vez no quede más remedio que arder

y convertir en humo la fe que nos desnuda.

Calmé las ganas de que me besaras,

junté tu cuerpo contra la pared,
cerré la puerta por si se escapaban las cosas que nos hacen bien,
por si al final todo se acaba.



Y si me pierdo entre las nubes...
¿Qué mas da?