domingo, 31 de octubre de 2010

Bajo la lluvia torrencial

In the pouring rain...
“I’m kidding myself as I’m standing here in the pouring rain…
As the city slept, through the dark
Bright blue eyes they stole a lonely heart
And our pulses beat like drums and we laughed
And how do I feel?”

The Shame, Alex Cornish
Tal vez sea porque estoy mala, porque he estado metida en la cama con fiebre, porque he pasado el día en pijama, por el cambio de hora o porque se acerca el final de un año más a pasos agigantados... pero me he estado preguntando desde que me he despertado por qué hay canciones que terminamos sintiendo como nuestras, como si hubieran sido escritas por y para cada uno de nosotros. Escucho una canción y recuerdo un momento, escucho otra y me viene una persona a la mente, puede que ponga otra más y me acuerde de una situación embarazosa que con el tiempo ha pasado a hacerme reir o incluso puede recordarme a algo dramático o romántico que quedó demasiado atrás y me haga sentir melancolía.
Otras veces simplemente leo la letra de una canción que me gusta pero que nunca se me ha ocurrido leer... y descubro que me siento identificada. Ahí te dan ganas de dejar de escuchar música, da miedo y te encuentras a ti mismo cantandola una y otra vez... ¿Masoquismo?
La de estupideces que puedo llegar a pensar a lo largo del día... impresionante.
Lo peor es que cuando me pongo "ñoña" lo que más me apetece es ver la película con la que más veces he llorado (incluido el libro en el que se basa) y me sorprendo entrando en el youtube de manera inconsciente buscando "la escena", ese beso inmejorable bajo la lluvia... 

El diario de Noah

 

¿Es muy patético decir que cada vez que veo ese beso se me pone la piel de gallina? Pff es una pena que Noah sea un personaje y no una realidad...
En fin, es inevitable pensar en románticos besos bajo la lluvia cuando esta diluviando, estás en pijama, con fiebre y escuchando música que te pone insoportable, serán las hormonas...

 Nathan y Haley, One Tree Hill

 *I'm standing here in the pouring rain*


Esperando...


 
 "Ríese de la cicatriz quien nunca tuvo herida" 
Romeo y Julieta, William Shakespeare.



"Pero si no volvemos a vernos y ésta es una verdadera despedida,
sé que nos reencontraremos en otra vida.
Volveremos a encontrarnos, y aunque las estrellas hayan cambiado,
no nos amaremos sólo por esta vez, sino por todas las veces anteriores"
El cuaderno de Noah, Nicholas Sparks.






sábado, 30 de octubre de 2010

¿Quién soy?

Who I Am?
“Today in the air
On the water
Ships pass you by
Clouds fantasize
Dragging shapes across the sky
Wondering why... who I am?”

Who I am?, Lily Frost

Suenan los primeros acordes de la canción I'm yours de Jason Mraz, la lluvia lleva un rato golpeando la persiana de mi habitación, intento aferrarme a las sábanas pero por mucho que mantenga los ojos cerrados sé que estoy despierta y que no pueod dejar que la canción suene entera si no quiero que se despierte toda la casa. Apago el móvil justo cuando la voz de Jason Mraz va a pronunciar la frase del estribillo que da título a la canción. Levanto la persiana, las gotas resbalan por el cristal, abro la ventana y saco la mano para sentir la lluvia. El viento frío me provoca un escalofrío y sonrío... "me encantan los días de lluvia" pienso mirando el cielo gris que a tanta gente deprime. Llenar la taza de leche de magdalenas hasta que solo queda un bloque en el que la cuchara se queda de pie, desayunar mirando por la ventana, en pijama, sentada encima de las piernas dobladas acurrucada en la silla... 
Es increíble las pequeñas cosas que nos gusta hacer a cada uno. Miles de gustos diferentes. Y son esas pequeñas cosas las que nos hacen ser como somos. Yo no sería nadie si entre los libros de una tienda no pasara por sus cubiertas la mano de manera inconsciente, si no pudiera apretar los botones de los juguetes de las jugueterías, pegar a los sacos de boxeo del Decathlon, echarme cremas y aceites después de la ducha, salir los días de lluvia sin paraguas, pararme en las floristerías hasta que la alergia me obliga a irme... Cuando pienso en esto siempre me acuerdo de la película Amelie:





 

 ¿Quién no se ha preguntado alguna vez "¿qué me hace ser quien soy?, ¿quién soy?" o, simplemente, "ser o no ser"? Ya lo dijo Shakespeare poniendo la famosa cuestión en labios de Hamlet.
Cientos de canciones, poemas, novelas, películas, etc. que tratan en algún momento la misma pregunta. Yo creo que somos recuerdos, experiencias, reflexiones, pequeñas cosas que nos hacen sonreír y, sobre todo, somos como creemos ser, no lo que queremos ser. 

¿Y tú cómo crees que eres?

viernes, 29 de octubre de 2010

El espectáculo debe continuar

"The show must go on,
The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on."


The Show must go on, Queen.
 
La tristeza es demasiado fácil, dejarse llevar por ella es rendirse sin más. Todo cambia cuando te das cuenta de esto. Es difícil hablar de sentimientos cuando duele, y más difícil todavía intentar ser feliz si te acaban de hacer daño. Difícil pero no imposible.
¿Cómo consigues sonreir cuando las peronas que quieres están pasandolo mal? Las cosas a veces parecen ir solo de mal en peor. Tantas caras largas, ver el dolor a diario y sentir la impotencia de no poder evitarlo. Y si además se apoyan en tí, se desahogan contigo, incluso gritando cuando lo único que intentas es echar una mano... sería fácil mandarlo todo a la mierda. Pero no, sonríes, y por la noche cuando nadie te ve lloras en silencio para no hacerlo al día siguiente cuando todo vuelve a empezar.
Repetirse constantemente "ya pasará" no es suficiente. Lo que pasa entonces es que te vuelves más sensible a todo y a la vez más dura. Cuando parece que alguien te rompe el corazón, duele, pero entre tantos males, se queda como un mal menor. Si ya tienes el corazón roto no te lo pueden romper de verdad, solo es un golpe más.
Encontrar la felicidad paseando por Madrid, olvidar que hay clases, dejar de pensar, reirse de cualquier cosa, comer chocolate, pararse a mirar flores, leer sentada en el suelo de la Fnac, columpiarse, espantar a las palomas, comer algodón de azúcar, bailar y cantar cuando no hay nadie en casa, escuchar cien veces la misma canción, ver a los bebés de los carritos o a los niños jugar, dejar los ositos rojos y verdes de gominola para el final (ñam!), leer con una lamparita acurrucada en las sábanas, ver Grease y bailar por el salón o El diario de Noah llorando con tu mejor amiga...
Si piensas en las cosas que te hacen feliz, es más fácil fingir que estás bien...
al fin y al cabo, como cantó Queen, El Espectáculo debe continuar (aun cuando tu corazón se esté rompiendo en tu interior, o tu maquillaje se esté descascarándo... la sonrisa debe seguir).


The Show Must Go On...

jueves, 28 de octubre de 2010

Esperando

"Y puede que un día
si conjuras mi nombre
no recuerdes siquiera
el color de mis ojos."
Paralelamente, Lucía Etxebarría.

Muchas veces me pregunto si creer en el amor no es más que una esperanza inútil que nos envuelve en una búsqueda insaciable y hace que la soledad resulte dolorosa. Cada experiencia nos hace cuestionar aquello en lo que creemos, nuestras ideas, nuestros sentimientos e, incluso, si el camino que nos hemos fijado es el que verdaderamente nos corresponde.
Me despierto después de una relación para darme cuenta de que no era mi sueño y me digo a mi misma ¿cómo puedes ser tan cabezona? si desde el primer día supe que tenía la fecha de caducidad marcada a corto plazo... ¿por qué lo intenté? porque donde unos ven una pérdida de tiempo, yo veo un riesgo que merece la pena.
Desde que tengo uso de razón recuerdo haber observado con emoción las historias de amor de las películas, esos besos que hacen vibrar algo en nuestro interior... Y crecemos convertidas en marionetas absurdas del romance, siempre esperando.
Sentimos, queremos, amamos, pasa el tiempo y de pronto un día miramos atrás y a duras penas recordamos su rostro, su voz, su olor o su tacto, y nos decimos "no era él/ella" o lo peor, lo recordamos con total nitidez y nos asaltan miles de dudas "¿y si era él/ella y lo dejé marchar?" Obcecados en que en algún momento nos tocará seguimos esperando.
Esperando que llegue esa persona que de la vuelta a nuestro mundo, esperando que nos hagan reir, que nos abracen y nos besen sin querer separarse de nosotros, alguien con quien ser como eres de verdad y no una extraña que casi no puedes reconocer en el espejo... esperando y esperando. Y me aburro de intentar presionar al destino para dejar de cuestionarme el amor... porque sé que está ahi y que como yo... está esperando.

¿Dónde estás?
Es de mala educación hacer esperar tanto...

miércoles, 27 de octubre de 2010

Eutanasia

Bajo el solecito otoñal, sentados en la terraza de la cafetería de la Universidad, de tema en tema hemos llegado a uno muy polémico en la actualidad: la Eutanasia.
Me ha sorprendido ver que todos compartíamos la misma opinión, tal vez si la conversación hubiera surgido en una Universidad "políticamente diferente" las tornas habrían cambiado. Hace un tiempo leí una frase que no he podido olvidar "vivir es un derecho, no una obligación", entonces ¿por qué a una persona que no puede acabar por si sola con su sufrimiento se le prohibe elegir si quiere morir o quiere vivir?
Miles de veces escuchamos el mismo debate sobre el tema, eutanasia si eutanasia no... y sin embargo un caballo se rompe una pata y lo primero que todos dicen es "debería ser sacrificado", ¿acaso el caballo no podría curarse y seguir viviendo? "pobrecito, está sufriendo". Vaya, nos apiadamos de los animales, velamos por su sufrimiento, pero cuando le toca el turno a los humanos preferimos ver a alguien sufrir. Por supuesto si esa persona desea vivir es decisión suya, pero si te ruega ponerle fin a todo porque por el motivo que sea él mismo no puede... "lo siento, es asesinato." No, es un suicidio, pero igual que los bajitos necesitamos ayuda para alcanzar los estantes altos, algunas veces suicidarse no está en manos de quien lo desea.
Dicen que es una cuestión moral, que no se debe terminar con la vida de otra persona. Yo creo que es una cuestión de inmoralidad el decidir en el nombre de otra persona lo que debe o no debe hacerse con su vida si está sufriendo y rogando para que todo acabe.

¿Dónde termina el miedo y empieza la humanidad? Cada día somos más inmunes a las catastrofes que vemos en televisión, cada vez somos más insensibles ante el dolor ajeno... Es triste, pero a este paso llegará un momento en el que nada nos importe, evolucionamos tecnológicamente y retrocedemos humanamente a la era de las cavernas.

Solo espero que a quienes no apoyan la eutanasia no les llegue el momento de pedirla a gritos, ojalá no haga falta que lleguen a ese extremo antes de reflexionar sobre la moralidad del asunto.

martes, 26 de octubre de 2010

Metro de Madrid, lugar de reflexión

Como cada día miles de personas recorren la ciudad bajo tierra. En un pasillo atestado del metro no he podido evitar detenerme y recordar. En aquella esquina, aquel día, aquel beso... me ha entristecido y como en cualquier película los pensamientos del protagonista se ven acompañados de música, en mi caso la banda sonora de Titanic cantada por una mujer con un micrófono que era ignorada por todo el mundo.
En ese momento he empezado a pensar... ¿cuántas personas sentimos exactamente lo mismo cada día?, ¿cuántos vivimos historias similares pensando que son únicas?, ¿cuántos estamos tristes a la vez?, ¿cuántos creemos que la suerte está de nuestro lado al mismo tiempo?
La vida pasa, cometemos un error tras otro y aunque aprendamos de algunos... ¿no sería más fácil si pudieramos aprender también de los errores que otros cometieron?
Hoy empiezo a escribir un blog sin temática fija: libros, películas, ideas, ¿qué más da?
¿Y por qué hoy? porque todos hemos vivido un instante en el que deseamos empezar de nuevo, deseamos comenzar una nueva historia, o simplemente estamos hartos de pensar en silencio. ¿Y qué mejor para conocerse a uno mismo que abrirse al anonimato de internet?