sábado, 29 de octubre de 2011

Dirty Diana


Me despido por hoy con mi canción favorita de Michael Jackson.
Un verdadero artista.

El oscuro pasajero


Dicen que es fácil aprender lo que está bien y lo que está mal, que es algo que nos enseñan desde pequeños, pero creo que en una sociedad moralmente confusa, como la de hoy en día, no es tan sencillo diferenciar.

¿Han cambiado los conceptos o nuestra forma de entenderlos?
Me doy cuenta de esto al ver como la muerte aparece a diario en los telediarios y no nos afecta o incluso en algunos casos se celebra. Decimos que matar está mal, pero no si es un terrorista o un dictador. Decimos que hay que someter a todos a un juicio justo y luego nos sorprendemos viendo la poesía que pueden tener personajes imaginarios como Dexter o Hannibal Lecter.

El ser humano no es bueno por naturaleza, eso es lo que todos nos esforzamos en pensar. El ser humano fue, es y será en esencia un animal más. De hecho en mi opinión el ser humano es uno de los pocos animales que mata por placer y eso nos sitúa muy por debajo del resto.

¿Quién no ha visto ese documental espectacular donde asistimos a una lucha entre ñus y cocodrilos? Lo vemos como si el mundo animal fuera salvaje. Sin embargo al rato pones otro canal y ves como en plena carretera unos coches acorralan a otro, se bajan sus ocupantes y se enzarzan sin miramientos a base de cuchilladas y rotura de cristales. ¿Y eso es la "supremacía humana"?

A veces me avergüenzo cuando escucho que somos seres superiores. Siempre he pensado que es superior quien se adapta al medio, nosotros desde el principio hemos adaptado el medio a nuestras necesidades. Unos dicen que hemos creado, otros pensamos que hemos destruido.
Escena de Hannibal en la que el asesino besa a la policía Clarice.

Esta noche he vuelto a ver con mis padres la segunda película de la saga del caníbal más conocido de todos los tiempos. Me parece un poco preocupante que la viva imagen de la tortura, el asesinato, la crueldad y la psicopatía sea a la vez la de un hombre romántico, elegante, sensible, educado y culto.



"Hannibal: – La he visto a usted absorta en el libreto. Tal vez le guste esto (dice tendiéndole algo que ella toma y lee)
Allegra: – El primer soneto de Dante de ‘la vita nuova’
Hannibal: – Es precioso
Allegra: – Rinaldo, mira esto.
Rinaldo: – Sí, sí, ya lo veo
Allegra: – Alegre me parecía amor teniendo en sus manos mi corazón/ y en los brazos tenía a mi señora en un velo/ envuelta durmiendo
Hannibal: - la despertaba y ella de ese corazón ardiendo humildemente comía/ después yo le vi partir gimiendo
Allegra: – Doctor Fell, ¿a usted le parece que un hombre podría obsesionarse tanto con una mujer tras un solo encuentro?
Hannibal: – ¿Sentir diariamente una puñalada de hambre de ella y encontrar su sustento con su sola visión? Creo que sí, ¿pero vería ella tras los barrotes de su empeño y suspiraría por él? "
Escena de la ópera, Hannibal.


Escena de Drácula, adaptación cinematográfica del libro homónimo de Bram Stoker.

Creemos que lo sabemos todo sobre la ética y la moral, pero en seguida nos dejamos seducir por los atractivos estereotipos del mal. Qué mejor ejemplo que los vampiros. Supuestamente un monstruo fantástico creado por la mente humana que chupa la sangre de sus víctimas hasta matarlas. Horrible, ¿no?

Pues por lo visto la literatura y más tarde el cine y la televisión creyeron que era mejor que ese increíblemente cruel ser, fuera en realidad la más pura manifestación de la sensualidad y el romance de aire oscuro, misterioso, lúgubre y en el fondo siniestro.

Es paradójico que algo a lo que deberíamos temer se convierta de golpe en algo que desear. ¿Es una pasión irrefrenable hacia lo prohibido o peligroso? ¿O es nada más y nada menos que un sueño humano sobre la muerte? ¿Cómo es posible que un personaje que encarna el papel de la muerte sea pintado de modo seductor? ¿o lo verdaderamente atractivo es el planteamiento de la crueldad y el hambre de sangre a cambio de la vida eterna?

Entonces, ¿no debería resultarnos también atractiva la historia de Frankenstein? Después de todo no deja de ser un monstruo que proviene de la muerte. Mi teoría es que no resulta atractivo el volver de entre los muertos, y sino que se lo digan a los apasionantes zombies pútridos que a muchos nos resultan un gran tema de debate y conversación, creo que lo que resulta atractivo es el poder ser malo de manera consciente, en pleno uso de tus facultades.
Frankenstein era un pobre desubicado que no sabía cuál era su sitio y que simplemente no tuvo tiempo de ser consciente plenamente del bien y del mal.

Los zombies no dejan de ser crueles y sangrientos, pero no son inteligentes, están demasiado muertos para ello, lo único que quieren es comer y seguir su camino guiándose solo por la siguiente campana de la cena.
Aquí entra el vampiro, el muerto que no envejece, no se pudre y que incluso está más bello que en vida, es el ser despiadado y egoísta que ha aprendido durante siglos que no merece la pena seguir la ética social. Por supuesto, siempre nos encontramos con el típico vampiro blando que cree que tiene el deber de torturarse pensando que lo suyo es una condena y que busca redención. Creo que esos vampiros han sido creados para que no parezca que la mente de la sociedad actual se deleita con la sensualidad sangrienta.
¿Somos todos entonces falsos e hipócritas al atrevernos a juzgar la crueldad ajena cuando en realidad sin ella no sabríamos dónde se traza la línea moral?

Para nuestra propia conciencia global, como seres grupales que somos, necesitamos un mínimo de equilibrio entre el bien y el mal en la ficción para no dejarnos hipnotizar por promesas de riqueza y amor a cambio de atrocidades. De ahí la creación de las "excepciones". Una de las más interesantes para mí es el personaje de Dexter, un asesino en serie que, en lugar de matar a diestro y siniestro, solo se encarga de eliminar a personas que han cometido verdaderas atrocidades, siempre con pruebas concluyentes de su culpabilidad. Y así nos parece que no es tan terrible... pero luego ponemos el grito en el cielo por la pena de muerte. Yo, por ejemplo, estoy totalmente en contra de la pena de muerte (aunque esté a favor de la cadena perpetua), pero no puedo remediar pensar que si alguna vez le pasara algo muy, muy, muy malo a un ser querido, me daría igual la ley, los juicios justos y todo. Si supiera quién es el culpable no podría quedarme de brazos cruzados esperando y que mientras esa persona disfrutase de la libertad que le ha negado a otros.
Trailer de la película Un ciudadano ejemplar.

¿Qué lógica tiene eso? Ninguna, creo que es simple pasión irracional, animal y sentimental. Es una vendetta ancestral que todos llevamos dentro. Es, como diría Dexter, el oscuro pasajero, salvo que el lo lleva siempre consigo y nosotros lo tenemos dormido.
 Somos buenos.
Somos buenos porque tenemos que ser buenos.
Porque es lo que nos han dicho que hay que ser.
Porque es lo que se supone que debemos ser.
Somos buenos porque el concepto de mal se lo dejamos a la ficción y las guerras, las peleas y las muertes innecesarias son tan solo el pan de cada día.
No somos malos porque depende de quién juzgue lo que hacemos puede que esté bien o que esté mal.
En el fondo solo seguimos nuestro propio concepto del bien, tal vez basado en parte en las enseñanzas y en la línea trazada por la sociedad.

Y cuando nos enfadamos, 
respiramos y 
le cantamos una nana 
a nuestro oscuro pasajero.

viernes, 28 de octubre de 2011

Mal humor

Hoy he andado por medio Madrid, me he dado cuenta de que podría pasarme horas entre los edificios de Fuencarral. Estoy muy cansada la verdad, me duele todo y además anoche no dormí casi, para variar, pero aun así aquí estoy.

Cuando he llegado a casa mi padre estaba hecho polvo en el sofá, no podía moverse de dolor y decía que le daban calambres por la espalda. Me he sentado a su lado y me ha cogido de la mano. Me la ha apretado con fuerza, pero no le he soltado ni he dicho nada.
No puedo entender de dónde saca las fuerzas para ir a trabajar cada mañana. Ojalá las cosas fueran más fáciles.
Hoy no ha sido precisamente mi día. No me he levantado con buen pie. Me enfado a la mínima, mando a la mierda a la gente, no me tomo nada bien... pero bueno, qué más da... un día malo lo tiene cualquiera.
Pero es que no puedo evitarlo, a la mínima que me miran raro cuando estoy así o que me contestan borde o que me hablan con desdén sin mirarme a los ojos, me sienta fatal si es un día como hoy.

Ahora con el cansancio me entra el bajón y me pongo a pensar en qué bonito podría ser todo con unas mínimas diferencias. Pero no quiero hablar de todo lo que cambiaría, solo quiero poner la letra de una canción que lleva horas dando vueltas en mi cabeza.


Thinking of you, Christian Kane

Well I know they say all good things must come to some kind of ending
We were so damn good I guess we never stood a chance
Go on & find what you been missing 
and when the highway's tired of listening
you'll see I'm not that easy to forget

And when a new moon shines through your window
Or you hear a sad song on the radio
And you don't know why but you just start to cry
Or you're driving round on a sunny day 

and out of nowhere comes the pouring rain
Then a memory hits you right out of the blue
that's just me... thinking of you

I'm not goin' to try to stop you
doesn't mean that I don't want to
If I know you you've already made up your mind

So go on & go if you're really leaving
Put a million miles between us
But you'll still feel me like I'm right there at your side

And when a new moon shines through your window
Or you hear a sad song on the radio
And you don't know why but you just start to cry
Or you're driving round on a sunny day
And out of nowhere comes the pouring rain
Then a memory hits you right out of the blue
that's just me, thinking of you
And I'm thinkin' about the roads your on
I'm thinkin' about you comin' home
I'm a wonderin' if you've got your radio on

And when you find your way to another town
And someone tries to lay you down
And a feeling hits you right out of the blue
Well its me, thinking of you
Its just me, thinking of you





jueves, 27 de octubre de 2011

Fly little be away...



Para celebrar que vuelvo a escribir en el blog dejo una canción que me encanta.
Y aunque mi favorita de Anna Nalick es Breathe (2 a.m.), esta me pone de mejor humor.

Todo o nada.


Hace mucho tiempo que no escribo por muchos motivos.
El día 10 de octubre fue el cumpleaños de mi abuelo L. y no quise que lo deprimida que me sentía saliera a ningún sitio, prefería que se quedara dentro de mi y que se fuera diluyendo poco a poco. Es lo que tiene cuando una familia no está unida, cuando hay peleas, cuando la gente se deja de hablar... no es justo que no pueda hablar con mi abuelo el día de su cumpleaños igual que no es justo que sepa que a él no le importó, que mi rama de la familia no es nada para él. Si mi abuela A. siguiera aquí, todo sería muy diferente.
Por otro lado, he estado sin ordenador, ahora ya tengo el nuevo y me está costando un poco hacerme con él la verdad. No se parece en nada al otro.
Y, por último, estuve saturada de emociones. A veces no importa las veces que te digas que pasas de todo, que algo ha terminado o que te da igual. La vida es el único libro del que no puedes decidir cuándo quieres pasar la página.

Así que he esperado a calmarme lo suficiente como para poder mirarlo todo con perspectiva. Desde la familia hasta el amor. Hay que ver lo diferentes que son las personas y lo mucho que nos puede afectar una palabra, un gesto o una mirada.
Creemos que son las acciones las que nos hacen daño, pero no es verdad. Lo que verdaderamente nos daña es la impotencia, es no saber responder, no saber defendernos o no saber eliminar lo que no queremos de nuestras mentes.

No son los demás los que nos hacen daño, somos nosotros mismos que dejamos que nos afecte.
Aplicamos a todo uno de los clásicos dichos del estudiando: No suspendo, me suspenden.
He tenido mucho tiempo para pensar últimamente. Después de varios encontronazos con el pasado, me he planteado si realmente he cambiado tanto como parece.
¿En qué he cambiado?
¿He sido yo o ha sido mi entorno?
¿He madurado o simplemente he cambiado de gustos?
He hecho un repaso mental a mi pésimo historial amoroso y me he dado cuenta de que prácticamente todas las veces fui yo la causante de la ruptura. Por unas cosas o por otras siempre he interpuesto algo entre mi y los demás.

Hace poco alguien que me conoce bien me dijo que al estar conmigo sentía que no le dejaba llegar del todo a mí, que había una parte de mí que prefería mantener a distancia. No es la primera vez que me lo han dicho. De todas las personas que han pasado por mi vida solo una gastó todas sus fuerzas en hacerme ser distinta.

Me han dicho que con ella parecía totalmente desnuda, sin tapujos, sin miedo. Y yo me pregunto por qué no puedo abrirme cuando quiero y con quien quiero. ¿Por qué no puedo elegir cuándo y cómo quiero dar el 100%? Claro que eso me hace pensar... puede que solo diera el 100% cuando alguien me lo dio a mí.
Puede que nadie más se haya molestado tanto en hacerme sentir así.

Pero porqué culpar a los otros de no dar el 100% si yo nunca lo di primero. Siempre tan asustada. Siempre tan pesimista. Esperando el momento de la ruptura, esperando y preparando las palabras, los gestos paran o demostrar lo que de verdad quería.
A veces me da por recordar a la gente tal y como era cuando estaba conmigo y luego miro cómo son ahora...

Recuerdo a aquel chico romántico y encantador que me prometió el mundo. Quería ser médico. Quería tener cuatro hijos, como yo. Nos pasábamos horas hablando de música o haciendo el tonto en cualquier rincón. Me acuerdo de todo lo que hizo por mí. Aunque vivíamos muy lejos el uno del otro el siempre me acompañaba a casa. Él me besó bajo la lluvia y me hizo dejar de llorar abrazando sin hablar durante horas. Y yo le hice daño una y otra vez, le rompí el corazón, jugué con él. Me importaba, era mi amigo y le quería  mucho, pero nunca le dejé llegar a mí. Le hice tanto daño que solo de pensarlo ahora me dan ganas de llorar. ¿Cómo pude ser tan mala? ¿Cómo pude ser tan cruel?

Ahora ha cambiado, ya no es el que conocí aunque hace poco pasara un día genial con él y me dijera que sigue siendo el mismo. Ahora se junta con gente que no le pega, con chicas estúpidas e infantiles, no está estudiando medicina... Sigue teniendo sus ojos, sigue conociéndome como entonces, sigue haciéndome reír y aun abraza como entonces, pero no es él. Aquel chico encantador al que torturé emocionalmente ha desaparecido.

¿Por qué me comporté así? ¿Por qué no quise ser feliz? Porque a los 16 años me daba pánico que alguien me quisiera, porque el día que todo terminara sería mucho peor, así que hacía todo lo posible porque nadie llegara a ese punto.

Es increíble lo mucho que ha cambiado todo. Ahora no solo me encantaría que me quisieran así sino que soy incapaz de conseguirlo. El mundo al revés, tal vez sea cosa del karma.

Hay un pasado más reciente que me ha abofeteado hace poco. Resulta que estás con una persona, quieres que salga bien por primera vez en mucho tiempo, empiezas a confiar... y resulta que te has juntado con un idiota emocional, prepotente, egocéntrico y con pánico al compromiso. Así que no funciona, rompes, lloras, te cabreas y aunque no estabas enamorada piensas que no quieres volver a intentar nada con alguien que no esté dispuesto a discutir y tratar de hacer que todo funcione.Y un buen día esa persona llega y te suelta que cree que ahora está preparado para una relación, que es una pena que no lo estuviera cuando estaba contigo, que ahora solo necesita conquistar a la chica y que cuando lo haga la tratará como a nadie y querrá hacerla feliz. Y entonces te arde la cara y piensas que si le tuvieras delante podrías estrangularle.
¿Por qué no pudo pensar así antes? ¿Por qué a mí me trató como me trato y ahora ha decidido mutar? ¿Eres tú otra vez maldito karma? Sé que he hecho daño a mucha gente en muchas ocasiones... pero ya no soy así, ¿por qué me sigues torturando?

Es la ley de Murphy. Cuando no quieres que te quieran, lo hacen. Cuando quieres, no lo hacen.
Si yo solo quiero alguien que me abrace de vez en cuando sin motivo. Que me diga algo bonito de cuando en cuando. Y, lo más importante, que quiera de verdad estar a mi lado sin miedo ni tonterías.
He engañado y he sido engañada, he gritado y he sido gritada, he llorado y han llorado por mí. Y me he cansado. Estoy harta de historias que no significan nada, de nombres que algún día ni recordaré, de personas que piensan que pueden tenerte en un aspecto y rechazarte en otros, como si fueras un vulgar trapo.

Mis amigos no me creen cuando digo que no voy a volver a caer en el mismo bucle sin sentido otra vez, que no quiero volver a caer en una relación que no sea de verdad. No me quiero volver a sentir utilizada, no quiero que me besen sin sentir ni que me abracen si no son capaces de darme la mano. Todo o nada.
No se puede jugar siempre a los médicos, a veces hay que jugar a papás y mamás.



Tengo que prometerme a mí misma que no me dejaré seducir por sentimientos de fachada que no tienen profundidad. Que hasta que nadie me demuestre que de verdad merece la pena el riesgo, no voy a dar nada.



Cuando sea la vieja loca de los gatos,
soltera , deprimida y con el pelo horrible,
mandaré toda mi ira al universo por conspirar contra mí.


Eso si no se acaba el mundo en diciembre del 2012.