viernes, 11 de marzo de 2011

Gugutata

Hoy he estado por primera vez con la pequeña Carla. No podía dejar de sonreír cada vez que me apretaba un dedo con sus manitas... es tan chiquitina. Nada más llegar he tenido que cogerla en brazos. Mi padre me ha mirado con miedo pensando que no iba a saber cogerla... iluso que no sabe que su hija es una madre sin bebé.
Podría haberme quedado horas mirándola, acurrucadita entre mis brazos durmiendo, con sus ojitos grises cerrados, sus morritos, esos mofletes... Perfecta.
Me acuerdo de cuando estuve con cierto chico que miraba a los bebés como si le dieran repelús... me ponía enferma cada vez que se le cambiaba así la cara, cada vez que me decía que no quería ser padre, que si un día dejase a una chica embarazada emigraría... Está claro que yo no quería tener hijos con él, pero son cosas que no se dicen porque haces daño. Hay gente que no es consciente de que algunas opiniones pueden doler aunque la otra persona mantenga el tipo, sonría y diga cualquier cosa para cambiar de tema. 
Después de haberle dicho cien veces que no sacara el tema que me sentaba fatal, seguía haciéndolo. Creo que una relación puede durar más o menos, pero hay ciertas cosas básicas que si ambos no quieren no pueden funcionar. 
Da igual la música, los colores, las películas o los libros. Si las ideas te llevan desde el principio por otro camino, sea a corto o a largo plazo, acaba en desastre. Que luego llevéis a cabo los planes juntos es irrelevante, pero si las metas están tan lejos una de otra la relación está destinada al fracaso más absoluto.
¿Cómo puede alguien mirar con rechazo a un bebé? Tan indefensos y pequeños, tan dulces y adorables... Era verle mirarles así y sentía una patada en el estómago. Hace un rato he hablado con él y le he dicho que si había visto la foto en la que salgo de mamá con la hija de mi primo. Él ha respondido: no opino. Yo le he dicho: ¡dirás que no me queda bien! Esperaba que me respondiera cualquier chorrada de las suyas antibebés y en lugar de eso me ha soltado una especie de piropo. 
Me da pena que piense como piensa, le conozco más de lo que cree y sé que aunque lo niegue siempre... sería un buen padre. Una pena que la gente crezca negándose a algo por miedo. Claro que lo mismo podrían pensar de mí por querer algo que no puedo tener por ahora. 
Cuando tenía a Carla en brazos me he preguntado cómo es posible que haya personas (si es que se les puede llamar así) que hacen daño a los críos. Madres que tiran bebés en contenedores. Pederastas. Maltratadores. ¿Cómo es posible? No entiendo como puede alguien creer que existe un Dios "infinitamente bueno" que permita semejantes atrocidades... no me cabe en la cabeza. 
Si lo pienso más de la cuenta me dan ganas de vomitar o de pegarle a algo, así que mejor termino mi blog por hoy. Breve, poco profundo, ¡pero con unas fotos riquísimas!

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