jueves, 9 de diciembre de 2010

Para B. y sus pequeñas dudas

Hacía calor, ella esperaba. en la puerta de mi academia cerca de su casa, me sonreía.. Yo me bajaba del coche y me acercaba sin dejar de mirarla. Nos besábamos, la profesora de matemáticas carraspeaba para que nos separáramos y entrara en clase. Salvo aquel día que antes de que nos viera nos marchamos de la mano. Fuimos a su casa, vi sus dibujos y donde pintaba...
Hoy abrigada hasta las cejas y en el coche con mi madre, he pasado por su casa. Nos he visto entrando por aquella puerta roja y justo la voz de mi madre ha interrumpido mis pensamientos: "¿Por qué ya no hablais?¿Terminasteis mal?" No, no lo sé, no... no terminamos mal... solo que ya no hablamos...
Y llego a mi casa y mi mejor amiga me viene con sus dramas y sus preguntas... "Y si ella hubiera aparecido en tal momento, ¿qué habrías hecho?" La eterna pregunta. ¿Qué haces cuando la persona que ha marcado tu vida aparece en tu puerta? Probablemente dejaría de respirar y después me echaría a llorar. O sin decir nada le daría un abrazo de cinco horas. O cerraría la puerta y me desmayaría. No lo sé, lo que sí puedo asegurar esque sería imposible quedar indiferente.
¿Será así siempre?¿viviremos esperando que llegue el gran reencuentro?¿podremos ser felices con otras personas si en el fondo de nuestro corazón tenemos una espinita con otro nombre? Yo creo que sí, pero... ¿es una felicidad comparable?¿puede ser suplida la ausencia que dejó huella?¿Forma todo parte de la misma película o para seguir adelante tenemos que dejar a un lado el antiguo guión?
 Así que querida B., no te comas la cabeza, la vida da muchas vueltas y no sabes qué pasará mañana. No pongo ni canciones, ni más comeduras de tarro. Creo que se puede ser feliz con lo que venga, sin olvidar nunca lo pasado. Eso sí, hay que asumir que nunca podemos saber cómo vamos a reaccionar ante una visita del fantasma de las navidades pasadas.
Solo nos queda cruzar los dedos y pensar que tal vez algo del futuro nos saque la espinita que tenemos clavada. El pasado nos hace ser como somos en el presente, pero no decide con quién estaremos en el futuro.
Para esa persona con la que puedo ser completamente estúpida. Porque ahora más que nunca sé que me entiendes y nunca tendrás más claro que ahora lo mucho que podemos llegar a parecernos. Porque tú y yo estaremos en un balneario cuando los otros tengan ampollas en los pies, seguiremos leyéndonos la mente como si fuera un solo cerebro en dos cabezas, cantaremos como crías y lloraremos con la misma postura en el sofá.
Pasarán los años y seguiré siendo tu única e inigualable copiloto en la vida. Viajaremos, descansaremos en unas tumbonas con un tequila sunrise y el sol reflejándose en la piscina, tú querrás ver el partido y yo leeré hasta que termine. Envejeceremos y seré testigo de tu cirujía estética (espero que no lo hagas... pero nunca se sabe) y tú de la publicación de mi primera novela.
Ahora mismo, a las 2 de la madrugada del día 10 de Diciembre de 2010 solo falta un mes para que cumplas 20 años (4 días para que los cumpla yo), empezamos la nueva década con un equipaje emocional parecido, solo me queda decirte que yo llevo más tiempo arrastrando la maleta y puedo ayudarte con la tuya cuando parezca pesar más. Hasta ahora la has llevado sin saberlo, empieza lo difícil.
"- Si yo he sabido hacerlo
tú sabrás hacerlo.
Hay en ti recuerdos
no hay más que verlo.
Fíjate en mis pasos con virtud
y sabás hacerlo tú
- Si tú has sabido hacerlo,
yo ya puedo hacerlo
 - Eso es sorprendente.
- Está en mi mente,
no es un simple cambio de actitud."
Película Anastasia.


Que nadie nos cambie, 
por muchas veces que reescribamos nuestra vida.
 
 
         

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