jueves, 16 de diciembre de 2010

De nuevo, dramatismo apocalíptico

Con la ola de frío polar parece asomarse el invierno a este extrañísimo otoño. Estamos a 16 de diciembre y hasta hace un par de días no hacía frío. El clima está cambiando, ciertas personas en posiciones de poder niegan la existencia del cambio climático, cuando a mí me parece sumamente obvio.
Desastres naturales constantemente, miles de muertes, cambios bruscos de temperatura y circunstancias anómalas. Lluvias en zonas secas, sequía en zonas donde siempre ha diluviado... ¿y qué hace el ser humano? Construye campos de golf en Murcia, donde siempre necesitan agua; sube la cuota de la electricidad haciendo que la calefacción (si es eléctrica como es mi caso) o el aire acondicionado sea un prácticamente un lujo; se plantea privatizar el canal de Isabel II; y un largo etc.
En el afán de autodestruirnos provocamos a la naturaleza para que nos eche una mano. Una guerra nuclear saldría demasiado cara, además ¿para qué desperdiciarlo todo pudiendo dejar que la madre naturaleza siga su curso hasta que solo queden unos pocos?
Da igual las veces que escuchemos, leamos o pensemos que todo tiene que cambiar. Da igual todo porque la gente que tiene el mando hará lo imposible porque su control permanezca y salvar al planeta del caos no entra en sus planes. Ególatras, narcisistas, despóticos y cabrones... pero no, tanta culpa tienen estos como los que se desentienden del tema, los que piensan "para cuando todo termine yo no estaré aquí". Estúpia, arrogante, ignorante y... temporal, eso es la humanidad.
Vivimos a un ritmo que no podremos seguir eternamente. En vez de adaptarnos al entorno hemos pretendido que el entorno se adapte a nosotros... pero esa no es su forma de ser, se ha cansado de casas construidas donde antes había agua, de emisiones notivas a la atmósfera, de contaminación, talas, incendios provocados, cambios de hábitat de animales y plantas para nuestro beneficio...
Todo tiene un límite y estamos llegando a la vejez de nuestra historia.
Otra vez he conseguido ponerme apocalíptica sin quererlo... empiezo a asustarme yo sola.


A veces pienso...
que pienso demasiado.
   

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