viernes, 20 de mayo de 2011

¡Democracia Real Ya¡

"Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morira cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra."

Manifiesto, Víctor Jara.
Sé que algún día oiré hablar de Mayo del 2011.
Sé que ese instante pensaré: Yo tenía 20 años cuando todo comenzó... cuando la gente se levantó y dijo BASTA. Cuando al fin nos dimos cuenta de que los jóvenes marcan el destino de varias generaciones si consiguen las fuerzas para ponerse en pie. Cuando por un segundo la palabra Democracia volvió a tener sentido.
Yo que nunca he sido patriota, por primera vez digo sin pensarlo Estoy orgullosa de mi país. No lo estoy por mi Gobierno, que no me representa. No por la oposición, que no colabora con el Gobierno sino que se dedican a echarse mierda unos a otros.
¿Dónde quedó el utópico sueño de un mundo en el que el voto de verdad importa? ¿Dónde está la ilusión de hacerse mayor de edad para que tu voz empiece a contar? ¿Dónde están los ideales?¿Dónde está el valor de plantar cara a los problemas? ¿Dónde está la colaboración, la amistad y la unión?
¿Y qué si nuestras ideas políticas difieren en ciertos temas? Todos queremos que se cumpla nuestro derecho al trabajo, tener una casa, una familia, dinero que llegue hasta final de mes.
Buscamos la felicidad. La seguridad. El buen humor.
Buscamos la emoción. El amor. La vida.
Sé que todo tiene sentido. Sé que no es una lucha sin sentido. Sé que si no somos escuchados, al menos sabemos que estamos unidos.
Pueden querer desalojar cada una de las concentraciones. Pueden intentar callar nuestras voces, bajar nuestras manos y silenciar nuestras ideas.
Sé que no se lo esperaban. Se vive muy bien teniendo dinero y poder, pero no se puede olvidar a quién te ha otorgado ese poder. Si olvidas que la fuerza no la lograste solo, aquellos que te crearon pueden acabar contigo.
Si quieres, escóndete.
Si quieres, siéntate a ver la revolución desde el cómodo sillón de tu casa.
Si quieres, critica.
Si quieres, acude.
Pero si de verdad lo sientes, vívelo.
Jamás creí que las redes sociales fueran capaces de cambiar el mundo. En todos los rincones del planeta, Internet nos ha dado alas. Desde los oprimidos bajo dictaduras hasta los asfixiados por una democracia deformada, hemos encontrado en las teclas la forma más sincera de gritar.
Solo cabe preguntarse, ¿está el mundo preparado para estar unido?
Sí, tengo sueños demasiado surrealistas. Sería feliz si la opinión de verdad se escuchara, si en todas partes se fuese igual de libre.
Ahora miro al futuro y quiero visualizarme contándole a cada uno de mis hijos lo que yo siento en este instante. Tengo 20 años y toda la vida para luchar por lo que creo.
Durante mucho tiempo me ha avergonzado la gente de mi edad. Los que cuando alguien dice ¡Huelga! solo piensan en que no hay que ir a clase. Hoy veo que hay más como yo, que mi corazón no es el único que llora por un futuro oscuro.
Nosotros, la generación que nació en la democracia, los que no vivimos el dolor y la represión del Franquismo. Nosotros que no estuvimos en la movida madrileña y que desde que tenemos uso de razón ya sabemos los efectos que tienen las drogas y las enfermedades como el SIDA. Nosotros que ya no somos como aquellos que luchaban, pero luego caían en manos de la heroína por desconocimiento.
Ahora si caes es porque quieres aun sabiendo lo que te va a pasar.
Ahora los jóvenes que durante años nos ha parecido que teníamos todo a nuestro favor, que nos lo dieron todo hecho, que tuvimos la libertad que no tuvieron nuestros padres... ahora nos tenemos que dar cuenta de que la libertad es un bien tan preciado que nos lo quita hasta el más mínimo soplo de viento.

Hijos, yo vi aterrorizada el 11-S, el 11-M, la guerra de Irak, el huracán Katrina, los levantamientos revolucionarios de innumerables poblaciones en busca de derechos.
Yo vi como Japón temblaba y me acobardé por un segundo Chernobyl.
Yo lloré al visitar los campos de concentración de Auswitch y Birkenau.
Yo vi caer a la bolsa, recordándome a lo que estudié sobre el crack del 29.
Yo me manifesté y grité ¡NO A LA GUERRA!.
Yo recorrí en silencio las calles de Madrid rodeadas de miles de personas en nombre de los que murieron en los trenes del 11-M.
Yo quise luchar por mi educación universitaria, alzando la voz en manifestaciones anti-Bolonia.
Yo vi a medio mundo hundirse por la crisis económica.
Yo vi los disturbios de Grecia.
Yo contemplé el Gobierno de Bush con auténtico terror.
Yo estuve pendiente de la salud de Fidel Castro pensando en la inminente invasión americana de Cuba.
Yo vi a todo un país vestirse de rojo más allá de sus ideales, unidos por un deporte.
Yo vi la llegada del 3D a los cines y la televisión.
Yo siempre me dije "Si ves antidisturbios a un lado, corre hacia el contrario".
Yo viví la unificación de moneda en la Unión Europea.
Yo vi catástrofes naturales en todas partes del mundo.
Yo me avergoncé con cada Boda Real, pensando en el dinero y el tiempo perdidos en algo irrelevante.
Yo soñé con erradicar la prensa rosa y los reality shows.
Yo paseé sin miedo por mi ciudad envuelta en una bandera arco iris.
Yo escuché quejas de bastantes personas cuando me vieron besar a una mujer y me dio igual.
Yo supe desde el principio que mis ideales y los de mis padres no tenían porqué ser los mismos.
Yo guardé silencio en el monumento de Atocha.
Yo vi como ETA quitaba la vida a muchas personas.
Yo canté "Libertad, Libertad, sin ira Libertad..." con apenas seis años y las manos pintadas de blanco.
Yo escuché a mis abuelos hablar de la guerra, del hambre, de la angustia.
Yo vi llorar a mi abuela al recordar a su hermano desaparecido que estuvo en un campo de concentración.
Yo recuerdo que vi los aviones impactar con las Torres Gemelas de pie en la cocina de mi casa, sin poder moverme.
Yo vi al primer hombre embarazado.
Yo vi la caída de la estatua de Saddam Hussein y como la golpeaban con zapatos en señal de desprecio.
Yo vi al periodista iraquí que lanzó su calzado a Bush como muestra de absoluto desagrado.
Yo recuerdo el carisma del primer presidente de Gobierno que viví, Felipe González, igual que recuerdo que ninguno de los que le han seguido me ha parecido la mitad de buen orador.
Yo sentí asco al saber que España iba a involucrarse en una falsa busca de armas de destrucción masiva.
Yo seguí durante seis años la serie que mantuvo en vilo a millones de espectadores, Perdidos. Igual que me reí con cada una de las reposiciones de Friends, Cheers, Frasier, etc.
Yo disfruté del estreno de películas que revolucionaron la historia del cine como Avatar y Origen.
Yo viví un año del plan de estudios de la diplomatura y después fui de la primera tanda que cursó Bolonia.
Yo perdí a personas que me importaban y viví momentos de mucho dolor.
Yo conozco a alguien que va a irse con el ejército a Afganistán.
Yo contemplé horrorizada incendios fuera de control, tala de bosques, crueldad contra focas, perros, ballenas y otros tantos animales.
Yo me hice ciberactivista del Greenpeace a los 13 años.
Yo siempre quise adoptar una niña china porque las dejan morirse en la calle y un niño africano de poblaciones con una alta tasa de mortalidad infantil.
Yo apoyé la legalización del cannabis con la firme creencia de que lo que es legal suele interesar menos a ciertos círculos y muchas personas necesitan su uso de manera terapéutica.
Yo vi crearse la moda de las Raves y nunca fui a una.
Yo vi desaparecer y reaparecer con el tiempo los pantalones pitillo y los de campana, las hombreras, los estampados de flores de los 90...
Yo empecé con un Internet que cortaba la línea telefónica de casa y para conectarse hacía unos ruidos inolvidables y a los 20 años ya tenía internet hasta en el móvil.

Y somos nosotros, los que tantas veces hemos escuchado "tú calla que no sabes", "qué vas a decir si no has vivido nada", "ay... si tú supieras lo que fue la dictadura"... nosotros que sabemos que hemos vivido lo suficiente para madurar, hoy alzamos las manos y pedimos ¡SILENCIO! porque ha llegado la hora de que se nos de la oportunidad de hablar. Ha llegado el momento de que los adultos de la transición pasen el testigo y nos apoyen en una lucha que nos afecta a todos.
Los jóvenes somos el cambio, somos la fuerza, somos el futuro.

Y desde el día 15 de mayo del 2011, somos la revolución.

2 comentarios:

  1. Compendio web sobre #spanishrevolution (análisis, declaraciones, apoyos, convocatorias, acampadas y actos en las distintas ciudades, extensión a Europa, críticas, y La Contra). Ver en:

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

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