martes, 10 de mayo de 2011

Don't stop playing!

"No dejamos de jugar por hacernos mayores,
nos hacemos mayores porque dejamos de jugar."
 En el 5º mes del año, el viernes 6, 7 personas pusieron rumbo a un pueblo perdido para pasar allí hasta el día 8. Mentiría si dijera que se rieron 9 veces, tuvieron 10 conversaciones y tan solo dijeron 11 tonterías.
Estuvimos haciendo lo mismo que podríamos hacer en Madrid, nadie lo duda. Podríamos haber jugado a la Wii en cualquier sitio, podríamos haber leído todas las preguntas del Trivial en un banco de un parque, podríamos haber quedado para cenar y comer, para ver la tele, para hacer el idiota, para inventarnos juegos sin mucho sentido. Podríamos habernos ahorrado las horas de viaje... pero no habría sido lo mismo.
Ciertas personas no habrían tenido que mover el cabecero. Otros no habrían comido sanjacobos y nuggets de madrugada antes de volver a la cama a abrazar a sus respectivas. Una no habría oído ruidos raros de búhos y lobos en mitad de la noche. No nos habríamos reído gritando en el peaje. Ni nos habría cegado el sol después de un fin de semana bajo techo. Nadie habría visto la cara de N. al ver el hueco entre los muros de piedra por donde tenía que meter el coche...

 Tal vez no pasaron todas las cosas que podrían haber pasado, pero si algo podemos tener claro es que no será la última vez que vayamos, ni será la última oportunidad para hacer lo que queramos antes de secarnos en un rincón.
No estuvimos pegados como lapas, todos teníamos la misma idea de donde se escondían las cosas... es decir ninguna. Cada uno hacía lo que le apetecía.
Reparto de habitaciones, tareas y chupito de bienvenida.
 Todo más bien a lo loco. Intentamos en un momento planificarlo y al final terminamos comprando lo que buenamente quisimos y trastornándonos para lograr meterlo todo en los coches. ¿Lo bueno de nuestra generación? que crecimos a base de Tetris.
 Siempre lo he dicho, el 7 es mi número de la suerte. 
 Hace unos meses no me habría planteado ir con nadie de la universidad mucho más lejos de los muros de la facultad. A día de hoy estoy deseando que repitamos experiencia aumentando el número de días juntos.
Simulacro de convivencia, minúsculo Gran Hermano. Habitaciones exactas, aunque faltaba una persona que esperemos venga la próxima vez.
 La verdad es que si te paras un segundo a analizarlo ves que somos todos muy diferentes, pero entre todos siempre hay algo que compartir. Incluso si no se coincide en nada, se coincide en que formamos un buen puzzle. 
Tenemos estilos diferentes, formas de ser distintas, alejados gustos musicales, cinematográficos, etc. Pero ahí estamos. De un día para otro nos juntamos y me alegro de que así fuera.
 Creo que lo más importante es que, aunque a veces puede costar, nos entendemos. A las malas nos soltamos alguna bordería de cambio de humor y al rato todos felices.
También he de decir que aunque pueda sonar cursi, una de las mejores cosas del fin de semana ha sido saber que en cuanto me despertara no estaría sola, que me iría a la cama y aunque tuviera una pesadilla no iba a seguir temblando al despertar.
 Sí, nos pasamos el día en pijama o en chandal. Nos tirábamos al sofá o dormíamos la siesta cuando queríamos. Uno eructaba, otro tomaba el sol de una forma peculiar. Dos se hacían moños psicodélicos...
Porque aunque dicen que donde hay confianza da asco, es mentira. Donde hay confianza es donde se hacen las cosas que realmente importan. Si tienes confianza abres cualquier puerta a la otra persona. Si no siempre te pones colorado y tienes miedo de parecer idiota.

 Pero todo viaje tiene su fin y el nuestro vino en forma de eternidad en la carretera. Lo bueno es que da igual a donde vayas si la compañía es la que te apetece llevar en ese momento.
 En la ida me acordé de esta foto cuando hablando en inglés cierto personaje dijo "Give me a sign!" y gracias a ver la imagen me he acordado no solo de eso sino también de N. diciendo que podían apagar el sol, que la otra N. "se conduce mareando"; a D. diciendo "Alcohoool" con su extraño tonito; a L. llamando para preguntar cuánto queda cada cinco minutos y diciendo "¿pero de verdad? no me mientas por favor."
Os quiero volver a ver compitiendo al futbolín. Espero no volver a J. dejándome a cero por primera vez en mi vida. Quiero volver a pasar por Zamora y decir: "Dios, ya solo quedan unos 30 minutos". Ir a comprar y llenar dos carros hasta arriba. 

Y que nos demos un beso sin pensar.
  

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