martes, 11 de enero de 2011

Ex o no ex, esa es la cuestión

"Vamos a jugar...
al juego en el que yo
era tu princesa."
París, la oreja de Van Gogh
Qué da más miedo... 
¿pensar que quien ahora está a tu lado puede convertirse en tu ex... 
o que puede que tú te conviertas en el suyo?

No sé qué me ha traído al tema del que voy a hablar hoy. Puede que sea que últimamente muchas cosas se quedan atrás, puede que sea que otras te atacan de frente o, tal vez, todo sea culpa de haberme vuelto a enganchar a una serie que veía de pequeña.
Es un poco extraño que una niña vea series como Alfred Hitchcock presenta, pero como es de imaginar leyendo mi blog... nunca he sido muy normal. El caso es que el tema de hoy es Los Exs. No solo los exnovios/as sino los exs en general.
En primer lugar he pensado en la serie. Un marido decide asesinar a su mujer, se querían, tenían una vida feliz, pero él lo único que quería era ser libre para tener la casa desordenada y ella era demasiado perfeccionista. Supongo que es una extrapolación de la realidad, a veces una pequeñisima cosa hace que deseemos hacer borrón y cuenta nueva, sin darnos cuenta de que estamos siendo demasiado exigentes, a veces no solo con la otra persona sino también con nosotros mismos. ¿Decide terminar con todo porque ella le agobiaba o porque él nunca estaría a la altura de lo que ella buscaba? ¿Se sentía oprimido o simplemente acomplejado? ¿Cuántas parejas de la vida real se separan por motivos parecidos?
"Sin tí
ya no regresaré
al lugar donde te conocí,
lo sé, prohibido recordar..."
"Llena dos copas de recuerdos de historias,
que tus manos aun tiemblan
si me escuchan hablar."
Cuidate, la oreja de Van Gogh.
Por otro lado encontramos a los examigos. Aquellas personas que un día estuvieron a nuestro lado pero que por azar o por estupidez ya no lo están. Siempre he pensado que una persona que pasa por tu vida y al final se marcha esque no merecía tanto la pena. ¿Cuántas veces sufrimos innecesariamente por el miedo a perder a quien nos rodea? La verdad es que yo no he tenido ese problema nunca. Siempre he sido más bien solitaria, desde que tengo uso de razón. Y han jugado conmigo muchas veces, pero no me he andado con rodeos, si una amistad no es lo que yo considero que debería ser... ¿Por qué debería hacer un drama de su finalización?
Hay personas que tienen terror a quedarse solos y por culpa de ese miedo no ven que el mundo es algo más que el grupo con el que salías en el colegio o en el barrio, que si pierdes a esas personas por algo será.
En este ámbito tengo bastantes exs, cuando la mayor parte de la gente dice que tiene veinte amigos... pero no es cierto. No tienes 20 amigos, tienes conocidos y pocos amigos. ¿Cuántos de ellos habrán hablado alguna vez mal de tí? ¿Cuántos se meten contigo de manera malintencionada? ¿Cuántos están ahí cuando los necesitas de verdad?
Es tan triste que no sepamos ver cuando las vías se están separando irremediablemente que a veces me pregunto si todos los que se aferran a amistades insustanciales llegarán a buen puerto.
"Mi ser, mis recuerdos y alguna canción 
son hoy mi premio de consolación.
Y tú, ¿qué has hecho para olvidar?"
Cuidate, la oreja de Van Gogh
Cómo no, tarde o temprano, tras la ruptura llega la superación. Es ese momento en el que puedes recordar lo bueno sin sentir rabia por lo malo, el momento en el que incluso llegas a preguntarte ¿por qué no funcionó? y una pequeña vocecita dice "no podía ser y no fue", simplemente, sin más. No hay terribles rencores que escuecen por dentro ni lágrimas al recordar.
Superación es cuando no hay celos ni angustia, no hay incomodidad o pesar. A veces, pese a llegar a ese estado, nos agarramos de manera inconsciente a algún detalle que nuestro corazón quiere olvidar, pero que nuestro cerebro sabe que debemos retener... porque si no recordáramos lo que no debimos decir o hacer, volveremos a caer y la confianza en los demás y en nosotros mismos tiene fecha de caducidad.
 "Darte un beso,
ver tus ojos
disfrutando con los míos 
hasta siempre...
adiós mi corazón."
París, La oreja de Van Gogh



Debemos ser pacientes y no olvidar...


Que todos tenemos algo que somos incapaces de superar.


     

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