miércoles, 17 de noviembre de 2010

Espera sentada...

“Si yo supiera como hacer
para que me mires una sola vez…”
Inmortal, Erreway

Supongo que no soy la única que piensa en el futuro. Hoy entre tarot, i ching y demás, he podido comprobar que a mucha gente le pica la curiosidad por saber qué pasará. ¿No podemos simplemente dejarlo estar? No, la incertidumbre puede llegar a ser intoxicante.
Pero el I ching me agota... siempre la misma pregunta, siempre la misma respuesta: Espera. ¿Que espere el qué? ¿A que los planetas decidan alinearse? ¿A que la aurora boreal se vea en Madrid? Espera, espera, espera, y nunca dice el resultado de esa espera. No queda otra que esperar aun sin saber el motivo. No puedes discutir con un libro, ni enfadarte con unas monedas.
Preguntas sin respuesta... para variar.
Esperar sin razón. Como ponerse en una cola sin saber para qué es. ¿Y si luego no te interesa el resultado? ¿Y si es todo lo contrario de lo que tu querías? ¿Para eso tanta espera?
El futuro es una habitación vacía que se va amueblando según vivimos... pero no hay de malo en que alguien nos aconseje o en que miremos un catálogo, ¿no? Por desgracia parece que en mi futuro no existen los diseñadores de interiores ni el Ikea. Así para qué voy a mirar por la ventana de una habitación vacía, pudiendo sentarme en un vagón a imaginar las miles de posibilidades de los viajeros y pensar cuál de todas esas visiones encajaría conmigo.
“Sé que estás ahí
que te encontraré.
Aunque tarde una vida,
yo jamás renunciaré.”
Hércules
A veces, en el metro, cierro el libro y miro a través del cristal. Solo se ve la oscuridad del túnel, algún cable y la asfixiante cercanía de la pared. Kilómetros y kilómetros recorro día tras día en una caja gigante que va a toda velocidad bajo tierra. Despierto de mi ensimismamiento cuando llego a las estaciones de Lago y Batán. Puede que entre en el metro dejando tras de mí un sol espléndido y al llegar allí que una tormenta choque contra los cristales y chapoteen los pies de los pasajeros que corren para entrar. O que entre congelada de frío y al llegar el sol ilumine dorado el suelo blanquecino. Me parece que ningún viaje se parece tanto a la vida real. Esas cajitas alargadas en las que nos metemos como autómatas son metáforas de nosotros mismos. Pero nadie se para a pensar. ¿Para qué? habiendo cosas tan importantes en el mundo como quién ganó el partido, dónde se corta el pelo no se quién o cómo van las cosas en Gran Heramano.
¿Es el futuro lo que está vacío o es el presente?

"Si la gente pensara una cuarta parte de lo que habla, 
este mundo sería el paraíso"
Marina, Carlos Ruiz Zafón

“Estamos tan cerca y estamos tan lejos.
Compartimos todo, y a la vez tan poco.
Y no es que me importe, sentirte a mi lado.
Pero es tan difícil esto que ahora siento.”
Amor de engaño, Erreway
Odio cuando me da por pensar... me dan anotojos. Creo que ahora mismo mataría por un algodón de azúcar o una bolsa de ositos de gominola.
Hoy hemos estado cantando canciones de hace bastante tiempo, de cuando veíamos Rebelde Way. En mi caso creo que desde entonces no he cambiado tanto, mis gustos siguen siendo practicamente los mismos, pero he de reconocer que por mucho que quiera seguir siendo una niña... maduro, por suerte o por desgracia. Todo deja su huella y todo se ve con otros ojos con el paso del tiempo. Las canciones que antes cantaba de memoria sin escuchar la letra, ahora les veo sentido personal. También puede ser que en ciertos momentos de la vida tendemos a asociarlo todo.
Como me ha dicho hoy cierta fan de Rebelde Way, hay películas que no nos gustarían sino fuera porque quién nos las recomendó. Supongo que también hay canciones que gustan más que otras según con qué o con quién las identifiquemos.

“Tu voz, mi miedo de nuevo.
(…) Soy el más idiota,
Me quedo en silencio…”
Inmortal, Erreway
“Why can’t you just…hold me.”
Just hold me, Maria Mena

"A buen fin, no hay mal principio."


¿Y cuál es el fin?
¿Y hasta cuándo es la espera?

  

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