"Más allá de tus labios, del sol y las estrellas, contigo en la distancia." Contigo en la distancia, Christina Aguilera. |
Hace relativamente poco mi amiga B. me dijo: "Tengo que darte una noticia, pero vas a llorar... me voy un año, me han dado la beca." Y tenía razón, lloré cuando me lo dijo, igual que lloraré cuando le diga adiós en el aeropuerto.
"No sé pensar si no te veo, no puedo oír si no es tu voz, en mi soledad yo te escribo y te entrego en cada beso el corazón." No me crees, Efecto Mariposa. |
Si yo fuera él habría pensado "no puedo tenerla atada un año, tiene derecho a disfrutar la experiencia sin tener que preocuparse de las consecuencias al llegar." Supongo que la vez que leí cierta frase de Mario Benedetti me dejó marcada:
"Si amas a alguien,
déjalo libre;
si vuelve a ti,
es porque siempre fue tuyo.
Si no vuelve,
es porque nunca lo fue..."
La última vez que lo dije me echaron la bronca, me dijeron que si quieres a alguien la distancia da igual... ¿pero quién te asegura que la otra persona piensa lo mismo? ¿es justo sufrir pensando "estaría mejor si fuera libre por completo, si no tuviera que tener remordimientos por mi"? ¿es justo que desde lejos alguien piense "le duele que me haya ido porque no confía en mi"?
¿Cómo podéis estar tan seguros de que aguantareis la distancia? ¿por qué sois tan adorables? ¿por qué no tenéis miedo? ¿por qué no os asusta separaros? No sé si podría estar tan tranquila. Claro que también es lógico porque soy insegura por naturaleza, porque soy pesimista, porque pienso que nunca soy suficiente ni de lejos ni de cerca.
Entonces qué es lo correcto, ¿dejar marchar a la otra persona y callarse lo que se siente para que sea feliz lejos? ¿luchar para que salga bien? ¿y en ese tiempo? ¿hay un límite de distancia? ¿podrían quererse dos personas desde los dos polos del planeta?
¿se puede querer a alguien a quien no ves?
"Deje tu barra de labios,
y con ella un par de años.
De quererte por las tardes,
de mañanas sin llamarte.
Tú me enseñas que,
se puede querer,
lo que no ves." Lo que no ves, Pol 3.14. |
Hoy, E. me ha preguntado "¿Crees que B. y R. aguantarán?" y no he dudado ni un segundo al contestar que sí. Sin más explicación. Solo sí. No sé por qué lo sé, pero lo sé y creo que ellos están tan tranquilos porque también lo saben.
¿Por qué no? ¿Por qué no quieres que lleguemos al final? No soy yo la que se escurre como un pez buscando el mar Y ahora dime si yo puedo darte más de mí." Cuando uno es dos, Efecto Mariposa. |
¿Cuántos labios necesitas besar para echar de menos los míos? |
También he hablado hoy del capítulo de Cómo conocí a vuestra madre, que echaron ayer. Eso ha llevado a que E. me haya dicho a grandes rasgos, que soy imposible, que no quiero una pareja perfecta que nunca discuta, pero tampoco quiero estar con alguien que me lleve siempre la contraria. Yo he dicho que no quiero ser la mitad de una pareja perfecta, quiero la perfecta pareja imperfecta.
Es imposible que dos personas estén siempre de acuerdo, que sean iguales, que sus gustos sean exactamente iguales. Siempre he pensado que si no tienes diferencias con la otra persona no puedes complementarte, dos piezas iguales de puzzle no encajan juntas.
No puede ser tan complicado, ¿no? Pues sí, lo es. Porque incluso cuando creo que una pieza encaja me da miedo que se transforme en otra diferente y volvamos al punto de partida.
"Al final solo lamentamos las oportunidades que no tomamos, las relaciones que tuvimos miedo de tener y las decisiones que esperamos demasiado para tomar." |
No creo que existan las almas gemelas, bueno, sí lo creo, lo que no creo es que nuestra alma gemela esté echa para ser nuestra pareja. Es más realista la concepción del amor como una búsqueda entre el yin y el yang. Cada parte tiene una pequeña zona en común con la otra y todo lo demás diferente, eso es lo que hace que sean la unión perfecta.
"Duele que ni siquiera lo intentes." |
¿Y el yang de mi yin?
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