que vaya donde vaya
siempre desayunará con diamantes.
Así que me quedo aquí sin mi hermanita pequeña, si la persona más inocente que conozco, sin las risas diarias, sin las cervecitas que llegan sin planearse, sin las tardes invertidas en conocernos como nadie más podría.
Me quedo en Madrid y sé que por muy lejos que estés, volverás. Puede que una y otra vez nos alejemos, pero hasta cuando no nos vemos seguimos siendo tú y yo y eso nadie puede pretender que se rompa. La gente puede pensar que somos unas exageradas, que solo te vas un año, que el tiempo pasa volando... pero las dos sabemos que nos necesitamos. Somos parte la una de la otra, ya hubo un tiempo en el que solo te veía dos veces al año... y me da pánico volver allí.
Soy feliz cuando hago planes de viajes contigo, cuando quedamos para no hacer nada, cuando recorremos un millón de tiendas sin buscar nada en especial. Voy a echar de menos que te presentes en mi casa simplemente porque sí. Cuando esté deprimida no podré decirte: Te espero en Colonia Jardín. Y cuando tú necesites hablar no podré darte un abrazo y aconsejarte.
No veremos El diario de Noah abrazando cada una a un cojín. No podremos hablar a cualquier hora. No podremos reírnos por pensar igual de mal. No podremos contarnos las novedades justo en el momento en el que sucedan. Me dejas aquí y, aunque sé que no estoy sola... así es como me siento.
Porque nuestros recuerdos nos hacen reír cuando estamos juntas, pero nos hacen llorar en las despedidas. Porque bajé borracha por Gran Vía llorando porque te vas. Porque durante mucho tiempo no vas a bailar haciendo el tonto con mi gata Phoebe. Porque durante un año no tendremos nada que apuntar en un cuaderno... pero prometo que cuando vuelvas el de Holanda estará lleno.
Porque llevo puesto mi pijama morado en el que pone Sweet Dreams de todos los colores... y que nunca recordaremos quién me lo puso aquella noche de cervezas en el eLe. Porque ahora que lo miro lo llevo como siempre mal abrochado y aquella mañana al despertar los botones estaban en su sitio sin saber cómo. Porque me acuerdo de verte despertar a mi lado con una camiseta gris que llevabas por la noche y los pantalones de tu pijama sin saber cómo habíamos llegado a estar así vestidas.
Porque prometo volver a ponerme Campanera de tono de llamada el tiempo que estés fuera, para que cada vez que me suene el teléfono me acuerde de bailarla bajo el letrero de la estación de trenes de Haarlem. Veré a Ralph diciendo mil veces Pato y a Bart moviendo los brazos al decir: ...qué piquito; y no podré evitar sonreír con los ojos vidriosos al pensar qué andarás haciendo.
Pero no pasa nada, porque aunque vayamos a echarnos de menos... vivimos en el era de la información y de las redes sociales, solo estaremos a un clic de distancia. Lo que pasa es que somos demasiado sensibles y parece que te vas a la guerra. Llevas el cuaderno que te hice por tu cumpleaños y mis cartas, así que cuando me eches de menos solo tienes que abrirlos.
Recuerda el granizado azul, la noria, el zeppelin y el tiovivo. Recuerda las conversaciones en el metro y los extraños riendo. Recuerda cuando nos dimos la mano porque las luces del avión se apagaron y estábamos demasiado nerviosas para respirar.
Mi carta para el avión es muy cortita, porque no quería que te echases a llorar en pleno vuelo, pero ya sabes que se me da mejor escribir que hablar y que a la hora de decir lo que siento la única manera de que se me entienda es si me das un boli y un papel. Por eso he querido despedirme así... aunque el rato llorando las dos al teléfono era inevitable. Me hubiera gustado darte hoy un abrazo o ir contigo al aeropuerto... pero me conformaré con ir a buscarte cuando vuelvas con un cartel y con flores porque siempre nos ha hecho ilusión que alguien hiciera eso por nosotras.
Cada vez que miro el reloj se me escapan unas lagrimitas porque es como una cuenta atrás... ni que fueras en una nave para salvar al planeta... (oh no... ahora me he acordado de Armageddon... I don't wanna close my eyes... I don't wanna fall asleep cause I miss you baby... and I don't wanna miss a thing...)
De todas formas, no me queda nada que decir. Así que, otros lo dirán por mí. ¿Empezamos por nuestro gran amor en común?
"Nos duele tanto separarnos porquenuestras almas están unidas. Es probableque siempre lo hayan estado y que siempre lo estén. Quizá hayamos vivido mil vidas antes que ésta y nos hayamos encontrado en cada una de ellas. Y hasta es posible que en cada ocasión nos hayamos separado por los mismos motivos. Eso significa que este adiós es a un tiempo un adiós de diez mil años y un preludio de lo que vendrá."
Noah.
Hace tiempo un libro nos deprimió y al final nos dio un empujón. Hoy piensa que nuestra idea de repetirnos a diario ciertas frases... puede que empezara aquí:"Repetir a menudo estas tres frases:
1-) LA FELICIDAD NO EXISTE
2-) EL AMOR ES IMPOSIBLE
3-) NADA ES GRAVE..."
1-) LA FELICIDAD NO EXISTE
2-) EL AMOR ES IMPOSIBLE
3-) NADA ES GRAVE..."
El amor dura tres años.
Y, ¿qué me dices de aquel día que íbamos por Salamanca en coche y me puse eufórica al pasar junto a una galería con una exposición de Gustav Klimt? Tú no le conocías, pero por mi cumpleaños me regalaste un libro titulado El beso. Y, ¿sabes qué? que aquel libro contaba la historia de mi pintor favorito... en la Viena de 1886. Y ahora allí es donde tú te vas, a vivir El beso en el 2011.
Te dice adiós también un madrileño como nosotras que a veces nos hace llorar.
"Que la distancia es una trampa,
que no tiene importancia.
Una ecuación de tiempo y velocidad,
Una ecuación de tiempo y velocidad,
que no tiene importancia.
Un enemigo casado con el olvido,
Un enemigo casado con el olvido,
que no tiene importancia."
La distancia, Luis Ramiro.
Me despido pidiéndote una última cosa, quiero que cuando estés sola y me eches de menos cierres los ojos y pienses en paredes blancas, un sofá de color negro, fotos en blanco y negro enmarcadas, un reloj marcando las 00:00, una canción diciendo Shake it shake it! y tú y yo bailando por nuestro piso con un tequila sunrise en la mano.Buen viaje pequeña, te dejo leyendo y escuchando dentro de ti: Shine on.
Shine on, Jet.